En este año que empieza espero que se de un buen empujón a todo el tema de las energías limpias, verdes o como queramos llamarlas. Sobre todo, es de esperar que uno de los sectores que más caña dé a estas energías sea el de la automoción.
Dejamos el 2017 con un record mundial. Ese año un Tesla Model S fue capaz de recorrer 1.000 kilómetros sin recargar.
El record se consiguió con el modelos de mayor capacidad que es el Tesla Model S 100D. Se llegó a recorrer 1.078 kilómetros. Que nadie se me acelere. Hay que decir que aunque es un modelo que todos podemos encontrar en el mercado por unos 90.000€, se consiguieron unas condiciones especiales para lograr este objetivo.
Pues bien, el truco está en que para lograr semejante proeza se calzó al Tesla con neumáticos especiales, no se ha usado el aire acondicionado, el uso de los frenos ha sido mínimo, la temperatura ha sido idónea y se ha ido a una velocidad constante de unos 40 km/h.
Este modelo está diseñado para tener una autonomía de unos 600 km, lo cual no está nada mal. Llegar a 1.000 km ha sido una proeza pero no una realidad.
Con el tema de los coches eléctricos está empezando a pasar lo mismo que con los Smartphones, está genial que sean tan tecnologicamente avanzados pero por favor, investigar y desarrollar las baterías, tanto la autonomía como la velocidad de carga.
A parte y como he dicho en algún otro post, una de la barreras contra la que lucha la implantación del coche eléctrico son las infraestructuras, aunque van creciendo, aún no son suficientes.
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