Uno de los grandes debates es el de si se debe invertir en I+D. Sí, ese concepto tan abstracto pero que parece que funciona viendo a los grandes países del mundo. Aquí en España somos más del pelotazo y el corto plazo, el largo plazo no nos va.
La multinacional Siemens ha informado sobre sus datos financieros. En 2015 facturó 75.636 millones de euros, un 6% más que en 2014. La compañía Alemana ha decidido aumentar en 300 millones su inversión en I+D llegando a los 4.800 millones en 2016. Siendo así una de las empresas tecnológicas que más inversión dedica al I+D.
El año pasado creó en España el Centro de Competencia e I+D+I en Tecnología ferroviaria para estudiar maneras de mejorar los sistemas de señalización, controles y mecanismos de seguridad ferroviarios. Eso sin contar que creo puestos de trabajo en un país con un 20% de paro.
También participó en la transmisión HVDC entre Francia y España con el objetivo de optimizar el uso de las energías renovables.
A nivel internacional participa en la señalización y control del Ave Medina - La Meca, está desarrollando sistemas para que la línea 4 del Metro de París funcione sin conductor o gestionando el suministro de energía limpia a los centros de datos de Amazon en EE.UU.
No es casualidad que el motor de las principales potencias mundiales sea la Industria. No es casualidad que dichos países tengan una inversión relevante en I+D, parece que funciona, que se fijan en ti, en tu empresa y sobre todo que crea una cierta estabilidad económica y laboral.
En España teníamos dos motores económicos, la construcción y el turismo. Uno de ellos ha reventado de forma espectacular dejando al descubierto la fragilidad económica del país, nos sujeta el otro motor, por ahora. ¿No sería recomendable plantearse un nuevo motor y por ende un nuevo modelo económico en España?
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